Senna siempre tuvo un sexto sentido poniendo los monoplazas a punto. Lo vieron en Toleman nada más subirse al TG183B. Luego en Lotus se convirtió en el ojito derecho de Gerard Ducarouge...
Pero al llegar al equipo de Woking, allí estaba el Profesor. Estaba claro quien iba a dedicarse a poner a punto el McLaren-Honda MP4/4 y quien iba a sacarle todo el partido en las calificaciones.
En 1988 todo fue perfecto, dentro de lo esperado en un corral con dos gallos, pero desde San Marino '89 todo cambió y Prost dejó de compartir sus conocimientos con el piloto que lucía el nº1.
Este tio tenia percha hasta para llevar el traje icnifugo.
ResponderEliminarSenna siempre tuvo un sexto sentido poniendo los monoplazas a punto. Lo vieron en Toleman nada más subirse al TG183B. Luego en Lotus se convirtió en el ojito derecho de Gerard Ducarouge...
ResponderEliminarPero al llegar al equipo de Woking, allí estaba el Profesor. Estaba claro quien iba a dedicarse a poner a punto el McLaren-Honda MP4/4 y quien iba a sacarle todo el partido en las calificaciones.
En 1988 todo fue perfecto, dentro de lo esperado en un corral con dos gallos, pero desde San Marino '89 todo cambió y Prost dejó de compartir sus conocimientos con el piloto que lucía el nº1.
Gran verdad, gran piloto, gran persona.
ResponderEliminarMás insano de todo es que la frase es genial :3.
ResponderEliminarY es corta, algo que no es muy común en las frases de Senna.
Nada más qué decir ;).