¡Soy campeón del mundo, nenas!

Ayrton Senna dijo una vez que todos los años hay un campeón, pero que no siempre hay un gran campeón. Ojo, que no le estoy quitando mérito alguno a Button: el que gana es porque ha ganado, valga la redundancia. Pero después de sus aplastantes victorias estuvo bastante tiempo "perdido". Obtuvo demasiados puntos de ventaja para luego desaparecer. Fue a "resucitar" un poco tarde, y ni siquera hizo podio, pero así son los puntos. Le bastó un quinto puesto, como a Hamilton el año pasado. Con la frase de Senna quise decir que ha sido un año más bien descafeinado, opino yo; los Brawn dominan, desaparecen y dominan... Ha sido más bien una hegemonía, Button obtuvo una ventaja tan considerable que se pudo permitir no ganar carreras o no puntuar un tiempo. Pero insisto, eso no le quita mérito, al contrario: era un coche nuevo, "experimental", un demonio blanco y negro con toques de verde que se mantiene en la pista pase lo que pase y que yo recuerde apenas ha tenido dos salidas de pista con abandono en toda la temporada; probablemente, el coche más estable del mundial. Fueron momentos de locura absoluta en Brawn: Button abrazaba a todo el mundo, incluyendo a un padre lloroso de emoción, a su compañero, a los mecánicos, a todos los pilotos que se encontraba, incluso daba besos a los objetivos de las cámaras. Ha ganado un equipo que renace de las cenizas de otro que tuvo que decir adiós. Un piloto que hasta hace apenas diez meses se vio entrenando en Lanzarote y sin trabajo. Un buen tipo, como dicen por el paddock... Se lo merece, porque han sido veinte años soñando con ese momento, desde la primera vez que se subió al coche. Una anécdota dice que una vez, Button padre comentó en el coche donde su agotado hijo dormía tras una sesión de karting que no valía para eso... El pequeño Jenson no dormía, sino que lo había oído todo. Y cuando ganó más adelante, le recordó a su padre, no sin su orgullo herido, su falta de confianza en él. ¡Quién les ve ahora!

Lo reconozco, yo también quería que Barrichello cruzara la meta el primero ante la bandera a cuadros agitada por Felipe Massa, qué bonito, ¿no? Porque Barrichello se lo merecía, podría ser su última oportunidad en la vidad de ganar un mundial... Pero así es el deporte, hay que saber perder y saber ganar...

Felipe tuvo el honor de dar la carrera por terminada
y recibir a los coches que no acabaron en la cuneta, que no fueron pocos...

Y es que, sinceramente, yo veía a Barrichello ganando y dejando el mundial decidirse en Abu Dhabi. Porque es lo que más suele pasar: que el que sale en pole entre a repostar, y al entrar los demás, se ponga primero de nuevo. Matemática pura... pero nadie se esperaba a Webber y que el coche de Rubinho fuera a ir de repente demasiado lento (no digo nada, conspiraciones consparanoicas aparte) y al final ha ocurrido lo esperado...

¡Enhorabuena, Jenson!

¡¡MUACAAAA!!

Por cierto, los aficionados brasileños deberían tomar clases de deportividad... esos silbidos cuando Button se proclamó campeón... Un cero. Sintiéndolo mucho, pese a que lograron emocionarme animando a Rubinho al principio de la carrera. Eso no se hace.


Y una vez felicitado el campeón, vamos a la carrera...


No había pasado ni una vuelta y tenemos un accidente, cosa normal en Brasil, aunque este fue de los complicados en el sentido de que no se sabe dónde ni cómo empezó... toques, empujones, salidas de pista y de repente Trulli que derrapa, se lleva por delante a Sutil, y Fernando acaba en la hierba. PUF PAM y fuera los tres... El incidente no fue más que otro lance de carreras, normal y corriente, como dijo Fernando. Así que lo que le va a hacer a Trulli tener que pagar una multa no es el accidente, sino su comportamiento posterior con Sutil: el italiano le recriminó violentamente al alemán, ¡hasta poniéndose de puntillas dada su diferencia de altura! ¡para verlo! ¡Jarno, hijo mío, esa sangre caliente! (momento hormonas descontroladas ON: lamento que el pobre Trulli se haya quedado fuera, pero por ese plano de su impresionante trasero en movimiento mientras corría a echarle la bronca a Sutil, ha valido la pena... aaaayomáquérico... momento hormonas descontroladas OFF). El mejor fue Fernando: tercero en discordia que también acabó fuera por culpa del accidente, se limitó a bajarse de su accidentado coche y subirse al de rescate sin mirar para nadie, mientras los otros dos estaban a punto de llegar a las manos. ¡Puntazo, Fernando, jajaja!

En fila de tres, y sin pegarse, ¿eh? Y Fernando en medio...

El sustazo de la jornada lo dio Heikki: el finlandés (¡feliz cumpleaños, por cierto!) salió con la manguera puesta tras su repostaje, de nuevo por culpa del que se encarga de la gasolina... primero una carcajada al ver otro momento espermatozoide, luego un grito al ver que se prendía fuego el coche de Kimi debido a la gasolina derramada al pasar justo detrás. Duró un segundo, pero fue una cortina de fuego impresionante. No hay que lamentar daños, por suerte, aunque a Kimi el fogonazo le sentó bastante mal, al parecer le cegó un instante, qué susto el pobrecillo.

Finalmente, ayomáquérico Webber se hizo con la victoria, secundado por Kubica y un de-repente, Hamilton... ¡que se equivocaron al colocarse en el cajón, por cierto! Vettel fue el que puso el toque triste al recibir a los medios conteniendo las lágrimas: había hecho una gran carrera, pero perdió todas las opciones. Igual que Rubinho...

Y permitidme el lujo de decir una cosa: el mejor piloto de ayer, Kobayashi. Porque estaba debutando y mantuvo a raya a Button un buen rato. Hasta lo puso nervioso. ¡Vaya con el novato!


Y terminamos con la nota tierna: ¡Rafaella Massa está a puntito de reventar! ¡Enhorabuena a los padres, que ya queda poquito!