martes, 28 de septiembre de 2010

Coraçao valente, coraçao fragil





Hoy no me hagáis mucho caso: la tranquilidad y el malestar van por rachas, y todo esto se me ha juntado con una época complicada (no por nada especialmente grave, tranquilos, sólo que todas las cosas han venido juntas). Quizá por eso me lo estoy tomando tan mal. O quizá no, quizá me lo iba a tomar así de todas maneras. Si me conozco bien, es la verdad.

Este es uno de esos posts que divide al que lo escribe en dos. No me refiero a la longitud, sino a que hay motivos para publicarlo y motivos para no hacerlo. EStos últimos pueden conducir a varias cosas, ninguna buena: primero, a que se me malinterprete; segundo, a que pierda lectores por, hablando en plata, ser una plasta de las que hacen época; y tercero, a que la gente empiece a pensar que lo mío es casi una enfermedad. Otro problema es que cuando te repites más que el ajo la gente deja de tomarte en serio porque interpreta tus argumentos como berrinches, y al final más que defender una causa lo que haces es empeorar la situación. No sé si ya estoy sobrepasando esa línea, o simplemente debería importarme un bledo porque en mi blog escribo lo que me apetezca... Y creedme, si no encontrara motivos, no estaria siempre dándole vueltas al tema. Por si fuera poco, es posible que me gane algunas antipatías (así es el forofismo, es muy fácil que te llamen pro lo que sea o anti lo que sea si un día te pones especialmente mordaz). También es terriblemente fácil caer en un foso de autocompasión y dejarse llevar por lo chulas que quedan las cosas escritas, qué bonito todo y qué dramático, qué artístico.

No penseis que estoy convirtiendo a Felipe en una víctima. Solo expreso las cosas como yo las veo, y por lo tanto, la culpa es toda mía. Pero supongo que vale la pena correr el riesgo.


Y por favor, que nadie se tome todo esto con lo que hoy os voy a aburrir que voy a decir como una verdad, que nadie piense que este deporte es siempre así, porque una persona que esté especialmente susceptible por algo en concreto puede llegar a montar un drama por una mota de polvo. Por todo ello que dije antes no me esperaré demasiados comentarios en este post, pero simplemente me apetece compartirlo con vosotros, porque muchas veces me basta leeros para sonreír, para darme cuenta de que no vale la pena "sufrir" tanto por una cosa, para hacerme ver que voy por mal camino.


A por ello.



Pasada la euforia de Monza y Singapur, el regreso de Ferrari, las posibilidades cada vez mayores de Fernando de ganar el mundial y la vuelta a la competitividad (excepto por Singapur) de Felipe, ya se puede pensar con más frialdad. Y hay no una sino varias ideas que me rondan la cabeza, que por desgracia no son nada positivas... En mi último post sobre el tema criticaba que era una forma de ver las cosas un tanto "mezquina" destinada sólo a destruir al piloto brasileño. Pero ahora, quizá en un momento de más debilidad mental, lo veo como una posibilidad remota, pero posible, y por lo tanto, aterradora.

Es curioso el mundo de la F1. El mismo motivo que hizo que mucha gente se quedara encantada con él en 2008 está llevando este año a muchos a verlo como "el enemigo". Claro que para cierto sector nunca fue un favorito, solo era el único capaz de hundir en la miseria a Hamilton. Así de claro lo digo. El otro sector tiene todo el derecho del mundo a cambiar de opinión cuando algo les toca la moral, por supuesto. Por suerte o por desgracia Felipe es una persona capaz de provocar ese nivel de bipolaridad entre la afición. Están los que le aprecian por su familiaridad y sus ganas de hacerse valer, porque en algo coincidimos todos: conociendo sus limitaciones, es el piloto que más ha evolucionado desde que entró en la F1 hasta ahora. Luego están los que le detestan por sus momentos de enajenación y ni se preocupan de ver sus cosas buenas. Y permitidme convertirlo en tripolaridad añadiendo una tercera: los que le apreciamos pero tememos sus momentos de enajenación.

Cierto convencimiento de que, por venganza, querrá acabar con las opciones de su compañero a toda costa ha llevado a muchos a darle un suspenso en Monza. Y sin embargo a otros nos parece que estuvo magnífico. A esos que le apoyamos y llevamos todo el año esperando una actuación mejor, cuando llega parece que se queda en nada. En fin.



Felipe salió de Singapur dolido porque pudo haber estado más arriba. Por eso, cuando un periodista le hizo cierta pregunta, respondió como respondió.


A mí me tocaría las pelotas, con perdón. Porque si un día digo que matemáticamente aspiro al título, (porque es verdad, y vete a decirle a un piloto que no aspira a las victorias: dejaría de correr, y con razón) me tachan de iluso y prepotente, que parece que no me de cuenta de que lo he perdido y ahora solo tengo que ayudar a mi compañero. Pero cuando digo, que ya reconozco que no tengo nada que hacer, entonces me dicen que me rindo demasiado pronto y que soy un cobarde sin energías. Por eso entiendo que Felipe perdiera la paciencia. Por eso entiendo que respondiera de malas maneras al periodista, que le dijera que ese tipo de preguntas se las podría responder él mismo, y que está más que claro que ya no aspira a nada. De nuevo nos persigue el cuento del burro.

El pobre ha tenido la "mala suerte" de ser compañero de quien es y se le pide que se ponga a su altura de inmediato, algo injusto. Así de claro. Yo nunca tengo necesidad de compararlos. Entiendo que uno se haya mostrado más competitivo que el otro. Lo que no entiendo es que eso sea motivo para descalificar al otro. Creo que a los que me llevais leyendo durante el último año no les hace falta explicaciones porque ya me conoceis, pero insisto: jamás saldrá de mí una crítica feroz y destructiva hacia nuestro Fernando. Una cosa es él, otra es cómo le trata la gente y que algnos sientan la necesidad de machacar todo lo que le pueda "dificultar" su ascenso a la gloria. Como he dicho miles de veces: ni que a Fernando le hiciera falta. Sin embargo, últimamente me está costando separar las dos cosas, y no estoy orgullosa de ello. Si alguien me hubiera dicho hace dos años que iba a poner Fernando y culpa en una misma frase, me hubiera reído a carcajada limpia. Cómo cambian las cosas. Ahora mismo, tal como me siento, y pese a que hace dos años me encantaba verles juntos, no soportaré ver a esa ansiada pareja Kubica-Fernando. Que es infantil, lo sé. Me estoy convirtiendo en lo que más odio. Ahora es muy fácil que muchos me metan dentro del grupo de los antis, pero qué le voy a hacer. Sé que no es verdad, sé que no es lo que siento de verdad, y eso basta.


Lo que es triste es que casi no encuentro a nadie neutral. Y por favor, que no se me ofenda nadie, porque nada es blanco o negro, he encontrado opiniones ricas en matices de gris, y son tan respetadas como las que son negras o blancas. Lo que voy a poner ahora de ejemplo es el extremo, que existe, porque lo leo continuamente desde que empezó el mundial. Los que van sólo con Fernando dicen que Felipe es un paquete, que está acojonado y que le está poniendo en evidencia, que va a vengarse no dejándole ganar y que es un perraco egoísta. Los que van sólo con Felipe proclaman que Alonso está en Ferrari por intereses del banco Santander y que Botin no quiere que gane nadie más, que le importa tres bledos Felipe y su integridad y que es el principio de su fin.

No existe exactamente un culpable, y supongo que eso es lo peor. Todos queremos alguien a quien echarle las culpas. Pero esto es algo demasiado complicado. Este mundo es terriblemente competitivo, los pilotos por muy preparados que estén son personas, con rachas buenas y malas. Como personas que son, a veces les sobrepasan las situaciones que viven. El problema es que en tu trabajo a lo mejor te dejan cogerte la baja. En la F1 te echan. Es así de divertido.


Nunca dije que fuera a ser fácil apoyar a los dos, de hecho, la gente me lo recordaba mucho. Pero ¿por qué iba a tener que elegir? ¿Qué necesidad había para ello? No es el hecho en sí, sino cómo lo sobrelleve yo. Y no ha sido de forma positiva. he pasado de tener muchísima ilusión a perderla poco a poco. Lo que me lleva a pensar de una forma tan "destructiva" es que las únicas cosas que se han ido cumpliendo han sido casi siempre las negativas. Una parte de mí me pide que sea un poco más positiva porque las estadísticas no lo son todo, y dos de esas cosas no se cumplieron: un castigo de la FIA que incluyera el despido de Smedley y una tensión imposible de aguantar entre los dos pilotos (y al menos públicamente, no se ve nada de eso).

Esto no está yendo a mejor, sino al contrario. Por eso cuando en Monza tuve esa victoria, los dos ganando sin presiones, corriendo lo mejor que pudieron, quise atesorar ese momento, porque sabía que no duraría. No soy pesimista, solo soy una optimista harta de que se le destrocen las ilusiones.



Parece que desde que Felipe espabila y saca esa fuerza que a veces le sale, una oleada de "bah" recorre la opinión general, buscando tres pies al gato para decir que "no no, Fernando lo hizo mejor, Felipe lo que pasa es que tuvo suerte de que abandonaran cien coches". ¿Temen que realmente acabe poniéndose a su altura o se lo pasan bien machacándole y ya está? ¿Y qué hace esa gente pidiendo a Kubica si lo que desea es que Fernando tenga un escudero? Pues no lo entiendo, porque menudo es el polaco.

La libertad de opinión es uno de nuestros mayores tesoros, pero cuando se leen cosas del estilo "ni le cojo en la Play de lo malo que es", pues uno no sabe qué narices pensar. O la portada de un periódico que clamaba que Felipe estaba afeando una victoria de Fernando tras la polémica de Alemania. Por dar donde más duele, y luego echar pimienta si aún te quedan fuerzas para quejarte. Incluso he llegado a oír que el cuarto puesto de Felipe en Monza no hacía sino poner aun más en evidencia el fracaso de Fernando. Si llega a pasar al revés, JAMÁS oiríamos una afirmación así. Eso seguro. Y bueno, otro tipo de comentarios que mejor me ahorro y que rozan el límite de lo considerado moralmente aceptable.

NO sé, yo creía que si eres fan de alguien o algo, se le apoya en los malos momentos, no se le critica de forma destructiva en el país donde supuestamente le querían tanto ni se dicen cosas del estilo "menudo ejemplo le va a dar a su hijo". Vamos, que hay algo en el cuadro semántico de "fan" que no me cuadra.

Aún siendo un tema delicado, pido comprensión. Creo que a ningún otro piloto le ha cambiado tanto la vida, tanto personal como profesional, en tan poco tiempo. Pasó de que ya no la F1 sino la vida le diera una segunda oportunidad, a estar en un segundo plano porque todo un campeón llegó con promesas de gloria bajo el brazo. Y tuvo la mala suerte de no poder dar la talla a su lado. Nunca sabremos si ese escaso rendimiento (que por suerte parece que está volviendo) ha sido por posibles secuelas de su accidente, con lo cual debemos liberarle de toda culpa consciente. Si ha sido así, ¿cómo se debe sentir alguien que quiere y cree que puede, pero que de repente no puede? No estoy echándole toda la culpa a su "convalecencia", pero tampoco dejo de echársela. Porque la realidad es que nunca sabremos qué hubiera pasado si ese muelle no se hubiera soltado del Brawn. ¿Estaríamos viendo la situación de Red Bull pero en Ferrari o todo estaría igual? Nunca lo sabremos.

Ya he dicho muchas veces que, en el mundo de la F1, si no comes, te comen. Los pilotos, incluyendo a Felipe, están preparados para afrontar la presión. Pero también son personas, y por mucho entrenamiento que tengan, cuando el destino te da varias sorpresas seguidas, unas malas y otras buenas pero todas capaces de cambiar tu vida, a veces no sabes por dónde empezar a volver a tu camino. Como persona que eres, cuando te bajas del coche de vuelta al mundo real, empiezas a tener miedo. Temes si has decepcionado a tus fans, temes si has decepcionado a los más allegados, te preocupas por qué pensará tu equipo de ti, y temes lo que puedan decir de ti en la prensa. A lo mejor tu coche se salió, pero ellos ya empiezan a publicar que en realidad intentaste tirar a tu compañero de la pista porque le odias (y no estoy diciendo que sea el caso: solo ha sido un ejemplo de cómo lo que se ve a veces no es lo que parece).

No, no me voy a atrever a psicoanalizarlo, porque después de todo no le conozco, pero entended que tampoco voy a ponerlo a parir y cubrirlo de mierda, con perdón, precisamente por eso mismo: porque no le conozco





Todo se tuerce, y entre líneas esa paranoia parece que me dice algo. Me dice: Noe, nunca vas a tener una lucha limpia y emocionante por el mundial entre tus dos predilectos, así que más te vale decantarte por Fernando, que el año que viene hará un equipazo con su super amigo del alma con el que nunca se peleará por ser el número uno del equipo. Y de tu querido Felipe, ese caso perdido, pues solo puedes esperar que haga puntos y si acaso algún que otro podio en otro equipo que no sea ese con el que ha pasado casi toda su vida y del que ha aprendido tanto. Y por cierto, si no se adapta, se le criticará de nuevo, porque se supone que si eres piloto tienes que adaptarte rápido, que si no ya habrá alguien con muchas bolsas de millones bajo el brazo esperando quedarse con su asiento. Y si no mira, tiene suerte de estar en la F1 por enchufe, así que su mánager, que para eso es hijo de quien es hijo, que pelotee a su papi para que le deje meter un equipo en la F1 donde le haga hueco a su piloto, y que su piloto, el campeón del mundo en 2008 durante 38 segundos, el que sigue adelante aguantando pese a lo que digan, se maneje como pueda con un coche nuevo, pésimo, hecho mal y con prisas. Y de paso, que todo el mundo les critique a ambos por enchufados.



Esta una de esas historias que puede acabar bien o convertirse en lo que pudo haber sido y no fue, una de esas historias que dentro de algunos años se escribirá en los libros de historia de la F1. Permitidme compararlo con la victoria de España en el Mundial: años de frustración, pero siempre con esa ilusión metidita dentro, en el corazón, vibrando con cada gol, con cada pasito hacia delante. Hasta que un día ganamos el Mundial. Para mí, sin temor a sonar exagerada, esa noche se hizo justicia. España había llegado más lejos que nunca, Holanda jugaba a desconcertar, a lo bruto, y que hubiera ganado el Mundial hubiera sido injusto. Muy injusto. El gol de Iniesta no fue solo un gol. Cuando Andresito chutó y entró, cuando los jugadores lloraban liberando toda la tensión, se hizo justicia.

Felipe llegó a Ferrari como "el enchufado" por ser su manager el hijo del jefe de la escudería en aquel momento. Nadie puede negar que fue el piloto que más evolucionó desde su debut, y cuando el famoso "Massa no es un piloto Ferrari" se puso de moda, ese piloto "no de Ferrari" que estuvo a la sombra de un heptacampeón primero y de un campeón después empezó a demostrar que no estaba ahí por enchufe. No quiero pensar que ese gol de Andresito, ese momento de "hacer justicia", ya ha pasado, y que duró solo 38 segundos. Tampoco quiero pensar que esa casualidad, esa nefasta casualidad que llevó el muelle del Brawn hasta su cabeza, está acabando con su carrera. El destino, a veces, no es que sea cruel, es que es un auténtico psicópata.

Una historia que pudo haber sido, que aún podría ser, pero que tiene todo en contra. Una historia de un piloto joven, de aspecto infantil y poco impresionante, que perdió el mundial en la última curva tras callar a sus detractores, que salvó la vida de milagro. Su vuelta pudo haber sido espectacular: un mundial que le debía el destino, tras perderlo primero por escasos segundos, tras un accidente que casi acaba con su vida. Pudo haber sido ese gol de Andresito. Pero no lo fue. O al menos, no lo ha sido.

Por eso pido un añito más. Este año ha sido complicado, y no solo para él, porque ha sido un año de cambios para todos, y el año que viene aún cambiarán más las cosas. Si el año que viene (y si llegase a cumplir los dos años de contrato cosa que yo dudo, sinceramente) su rendimiento sigue sin ponerle a la altura de Fernando, pues entonces reconoceré que esperaba demasiado de él, mucho más de lo que puede conseguir realmente. Pero, ¿por qué tengo que asimilar que pierdo el tiempo, que es una causa perdida, para que así luego "la caída duela menos"? Eso es una tontería, porque de todos modos... va a doler igual. Rendirse es muy fácil, tanto que luego dejas de soñar y pierdes toda la ilusión. Que es lo que me está empezando a pasar. Pero los fans de verdad estamos en lo bueno y en lo malo, y a más dura es la batalla, más dulce es la victoria. Sólo que cuando el lado pesimista hace presa de nosotros, esa victoria no llega. Y por eso la ilusión se va yendo. Yo le voy a querer igual se vaya al equipo que vaya. Es solo que no puedo evitar pensar que tiene una cuenta pendiente en Ferrari.

Por supuesto, si esa ansia depredadora volviera, que gane el mejor. Pero en la pista.


Por suerte o por desgracia soy una persona con una capacidad de intución bastante fuera de lo normal, y da algo de miedo da que todas mis corazonadas sean igual de ciertas. O a lo mejor es que soy tan pesimista que es normal pensar cosas malas y que estas acaben ocurriendo: pura estadística. Espero que sea eso.

La paranoia no es buena consejera de un aficionado a la F1. Empezamos a ver órdenes de equipo y complots en todas partes. Nada es infalible, eso incluye a unos coches que en teoría son casi perfectos... pero cuando se para el coche del que lucha por el mundial, como se le para a cualquier persona de a pie porque esas cosas pasan, es porque a alguien no le interesa que gane y hay un complot. Cuando casualmente tu compañero de equipo hace mal tiempo y tú no, es porque le han jodido el coche para que ganes tú.

Por desgracia, la paranoia se va alimentando de pequeñas cositas... y de esas hay para aburrir. Es como un caminito que se va formando con pequeñas piedrecitas, hasta que todo, seguramente pavimentado con mi propia paranoia, parece ir hacia un solo punto: la desmotivación de Felipe y la falta de resultados... el temprano anuncio de su renovación seguida por la de Kubica un par de semanas después... el comienzo de los rumores dañinos... el pesado de Botín siempre en boxes, como si presionara para que ganara sólo Fernando... el Santander, que compra bancos en Polonia... un cambio de discurso por parte de Felipe de lo más sospechoso... Kimi negociando con Renault... La realidad o la verdad depende de quién la mire, pero la paranoia es contagiosa. Virulenta. Si uno quiere ver fantasmas, los acabará viendo.

El problema es que no se si es intuición pura o provocada por la paranoia general, porque 9 de cada 10 comentarios que leo van encaminados al desastre ya desde que se anunciara la pareja de pilotos en noviembre. Es algo que sé que no puedo cambiar, y por eso resulta tan frustrante.


De hecho, durante la primera vuelta en la carrera de Monza, yo casi rezaba porque no le intentara adelantar o se quedara siempre segundo. Sé que no es algo propio de una fan, pero estaba mucho más tranquila así. Si ocurre lo que todos temen, no sólo me voy a sentir decepcionada, sino que tengo una idea fija en la cabeza: ¿dónde narices me voy a meter? ¿Cómo doy la cara? Apoyar a alguien que está pasando una mala racha es una lotería. Lo sé por experiencia. Lo mismo te da una alegría inmensa como te decepciona enormemente. Todos dudamos, porque todos somos humanos. Y si a veces esa debilidad desgraciadamente nos lleva a dudar de nuestros seres queridos, ¿qué no vamos a hacer con alguien a quien no conocemos ni nunca conoceremos y que sin embargo, de cierto modo, forma parte de nuestras vidas?


Ahí es donde todos estamos pensando lo mismo: quizá el problema es que me lo tomo casi como algo personal. No voy a negarlo, a veces me parece que es así. Es como si simplemente no me diera la realísima gana de que los demás, los que le menosprecian y dicen que está acabado, tengan razón. Tampoco sé como escapar de eso, y creedme que me gustaría. No existe un botón para activar y desactivar una manera de pensar, como si uno fuera un simple ordenador. Si fuera así de fácil, creedme, el mío haría mucho tiempo que estaría en off. Tengo que apoyarle porque quiero verle marcar ese gol que hace justicia, por verle llorar de felicidad, no por darme yo aires de autosuficiencia. El problema es que si la suerte le sonríe, y yo sigo por mi mismo camino, voy a estar demasiado ocupada mandando zas en toda la boca a la gente como para tener tiempo de alegrarme por él.






Ahora es cuando os pido perdón, por aburriros una vez más y por este un tanto neurótico arranque de sinceridad, como si buscara cierto apoyo psicológico. Pero sobre todo se lo pido a Felipe, por empezar a convertir mi admiración hacia él en un mero e infantil juego de egos. Por dudar de él más que confiar y dejarme contagiar por la gente que sólo quiere destruírle. Pido vuestra sabiduría, y sobre todo vuestra comprensión: no sé por dónde empezar a tomarme esto con filosofía, pero sin tener que convertirme en una persona pesimista.




Me dan ganas de dar un caramelito al que haya perdido su tiempo aquí. Ya empiezo a ser insufrible :-)

7 comentarios:

  1. A ver. No me aburres. dudar es humano. Si no dudaras, si que serias una fanática, y no en el buen sentido. Dudar, "correr el riesgo" de cambiar de opinion... eso es humano. No te preocupes por eso.

    Y cosas así yo las he vivdo en mis propias aficiones. No al mismo nivel, pero si con la misma intensidad. Creo, porque como ya he dicho otras veces, hay algo que teenvidio: la Pasion, con P mayúscula, con que vives todo lo que te gusta. la exaltacion, la euforia, llamalo como quieras. Lo vives.

    Lo que pasa aquí es que tu tienes en cuenta todo, no solo las carreras en si. Y me refier oal aspecto "negocio". Y lo tienes en cuenta con una profundidad que no suele ser habitual. Y claro, eso afecta a tus sentimientos sobre tu aficion.

    Y te diré más. Dudo que haya muchos con titulo y que les paguen merced a ello en la prensa especializada o generalista que opinen del tema como lo haces tu. Y me refiero a la sinceridad. Sinceridad que añade un "es mi opinion y no la quiero imponer a nadie".

    Te entregas a fondo a lo que amas, y eso es tanto bueno como malo, porque tienes en cuenta tantas cosas...
    Y despues d esoltar esta parrafada, vas a suspirar de alivio a escuchar algo de jazz suave y tomarte un te ara pensar en otras cosas y disfrutar de otras d etus aficiones, ¿de acuerdo?

    y ya sabes.. El tiempo coloca a cada uno en su lugar. ¿De quien se acordaran? ;)

    ResponderEliminar
  2. Esperaré por mi caramelito... ;)

    Yo, sinceramente, no entiendo el fichaje de Kubica (si es que al final se produce). Por razones que ya explicaré quizás algún día, no me cabe en la cabeza que no le den otra oportunidad a Felipe. Y lo digo de corazón.

    ResponderEliminar
  3. Noe! este post me ha llegado al corazón.. de verdad.. me da pena decir que soy fan de Kimi, o de ferrari.. fan eres tú, puedo decir que solo soy aficionada, un verdadero fan siente como tú, llora cuando a su piloto le va mal,. y celebra cuando a su piloto le va bien..

    Nadie sabe si massa estará en ferrari por cuantos años,. (yo a sinceridad no creo que lo despidan pronto como dicen, sólo son rumores) pero donde esté tu siempre lo aopoyarás, eso es lo bueno.. y pues, sobre los comentarios que hacen de massa, sin son muy mal, a mi me fastidian y me sacan de mis casillas, y no voy a decir que Massa es el piloto de mi corazón porque es mentira, pero tampoco se merece todo lo que le dicen, es persona y merece respeto...

    De verdad te admiro por cómo te sinceras en tu blog... yo nunca me atrevería a hacerlo... y ánimos!! :)

    ResponderEliminar
  4. Noe, yo voy a ser el poli malo de la película... GGG

    Ya sabes la Pasión (sí, con P mayúscula) que yo siento por los coches en general, por la F1 en particular... y por Ayrton Senna en lo sentimental, pero creo que no deberías empatizar tanto. Te harás mucho daño, a ti y a los que te rodean.

    Ya te lo dije una vez por facebook: Felipe tiene una mujer, un hijo, amigos... y una gran familia detrás de él. Es cierto que tanto rumor hace mella, pero seguro que ellos están preparados para estos menesteres...

    Imagínate si fueras un portero de fútbol de tercera división y cada vez que fueras a hacer un saque de puerta más de medio estadio se acordara de tu madre. Nosotros a la segunda vez nos volveríamos e iríamos a partirnos la cara con el primero que viéramos chillar. No estamos preparadoas para ello, pero ellos tienen que estarlo. Tendrán sus costras en el corazón hechas ya y sabrán llevarlo lo mejor que se pueda.

    Relájate (Pablo Motos dixit) y disfruta de las carreras, presentes y futuras, y no vivas con ese agobio por ti, por Felipe, por la F1... porque caerás enferma, y entonces nadie, que no sea los que de verdad te quieren, vendrá a preocuparse por tu persona...

    Besos... y sé fuerte.

    ResponderEliminar
  5. buenas... hoy he descubierto este blog y la verdad es que me ha enamorado!!! me he leido primero lo de Formula Medicine (no sé cómo he acabado ahí) y luego este post (caramelo pal chaval) y la verdad es que me ha flipado... dura competencia para los Allen/Brundle/Saward de la vida!!!

    una preguntilla Noe, en el blog de Formula Medicine comentas algo de que ya habías publicado algo de lo que supone ser piloto de F1 en comparación con otros deportes, ¿cuál es el post, que me encantaría leerlo?

    gracias y sigue así!!!

    ResponderEliminar
  6. Muchas gracias Oscar :)

    el post era este: http://miramamasinkers.blogspot.com/2009/08/superheroes-20.html


    Bienvenido.

    ResponderEliminar
  7. Que sea de menta, por favor. Lo necesito -_-

    A veces hay que distanciarse un poco de tus pasiones. Si no, te pueden consumir y amargar y entonces ya no las podrás disfrutar. Sé que lo que le han hecho a Felipe es chungo, pero piensa que es un tío duro y que saldrá p'alante con un par.

    ResponderEliminar

Todos los comentarios son bienvenidos, pero el respeto y la educación son muy bonitos (y el culo de Trulli también)