De basura y milagros

Queridos periodistas alemanes:

Esos que a vosotros os forran de pasta porque escribis sobre lo que hacen en su día a día son personas que se juegan la vida y merecen respeto. Bastante tienen ya con acojonarse con todo lo que dicen, porque saben que algún malintencionado lo va a interpretar como mismo le sale de donde yo les diga.

Como no, le ha tenido que pasar a Felipe, que parece estar en vuestro punto de mira ahora que Vettel ya no se estrella contra su compañero de equipo ni Hamilton suelta burradas sobre las féminas.

Decidme, ¿dónde está el puñetero problema, qué os ha hecho pensar que ha dicho que no va a regalarle nada a Fernando? ¿Por qué teneis que poner en su boca cosas que no ha dicho NUNCA, jamás, sino que os investateis vosotros mismos hace meses diciendo que había firmado una clausula bautizada como el piloto con el que mentís diciendo que se compara? Seguid así, echando piedras sobre vuestro propio tejado, porque las cosas caen por su propio peso.

Encima teneis la desfachatez de hacer daño en lo personal, poniendo a Rubinho como algo de lo que avergonzarse, comparándolo con lo más bajo que se puede caer en Ferrari. Es su mejor amigo, que estuvo a su lado todo el tiempo cuando tuvo el accidente. El que lloró cuando oyó su voz por teléfono tras despertarse del coma. Pero claro está, si vuestro criterio se basa el el morbo y hacer daño, es normal.

¿Para qué hablar de lo emocionante que está el mundial, de la lucha entre cinco pilotos? Vamos a inventarnos bazofia y a darle la vuelta a las declaraciones, que es lo que vende. Y de paso desprestigiemos a los que trabajan en lo mismo que nosotros, pero tienen decencia.

Hacedme el favor y buscaos otro hobby, que el tiro al Felipe ya aburre.



No ha ayudado mucho que Fernando dijera que no le necesita. Y Webber le ha seguido.

Fernando, no digas que no necesitas a Felipe, que capaz que alguno lo interpreta como que le vas a apuñalar mientras duerme.

Mejor no abrais la boca para nada, visto cómo está el patio.


El propio Lobato ha dicho que eso de meterse con una pareja de pilotos cada fin de semana es la moda. Le doy la razón. Por suerte no ha entrado en el juego... todavía. Lo siento pero aunque respete su labor, no pondré la mano en el fuego por que no suelte una perlita de las suyas.






Permitidme que le de la vuelta al post.



Después de que un compañero de F1 al Día me recomendara el nuevo número de la F1 Racing, me apresuré a pillarla apenas saliera y no esperar hasta que la encontrara por casualidad, como me pasaba últimamente (porque aquí a Canarias suele llegar muy tarde). Por suerte no tardó demasiado esta vez. Y es que ya me habían dicho que un artículo en especial me iba a gustar. Concretamente, uno en que Sid Watkins, "el médico de la F1" desde los años 70, comparte sus sensaciones sobre el accidente de Felipe.

Su opinión de eminente neurocirujano y experto en este deporte es que las secuelas que deja el tipo de lesión de Felipe tardan dos años en irse por completo. Y él ya estaba corriendo a los seis meses. No le ha sacado al Ferrari lo que se debería sacar, vale, pero si apelamos a la lógica, debería estar mucho más perdido, abandonando, derrapando, sin llegar apenas. Y sin embargo, no ha cometido más errores que los otros, ha hecho varios podios, ha puntuado en todas las carreras menos un par de ellas y es el único piloto que las ha terminado todas.


(Por cierto, recordadme que hable de ese artículo completo más adelante, porque merece mucho la pena: 30 años en la F1 dan para mucho.)



Tras una conversación con un colega formulero, hablé de ello en su día en este blog. Y bueno, leyendo al Doctor Watkins, ahora no me parece tan cogido por los pelos.

Mucha gente puede pensar que es la excusa de una admiradora un tanto intranquila por su falta de rendimiento, pero no estamos hablando de "es que no me hago al coche", sino de algo un pelín más serio. El propio Felipe dice que con lo que tiene problemas es con los neumáticos. Y no digo que no, pero nunca vamos a oír de sus labios que su problema es el accidente: ya quería correr al mes de haberlo tenido. Los deportistas de élite son así, terriblemente valientes y un tanto temerarios (y por qué no decirlo, un tanto cabeza huecas insensibles :P) y en parte por eso se recuperan de una forma tan rápida.

Estoy un poco más tranquila. Esas ideas ciertamente paranoicas de venganza y demás parecen disiparse con las últimas noticias que llegan de Felipe y Ferrari en general. La sombra de Hockenheim ya se está disipando, las polémicas van quedando atrás y ahora solo podemos pensar en el mundial. Sí, ha sido una semana positiva, de buenas sensaciones, pero ún así, prefiero ser cauta. Cautela, y no hacerme ilusiones. Vamos a confiar en que el año termine con Fernando rodeado de confeti y un prometedor 2011 para Felipe a la vuelta de la esquina, que podamos ver a los dos compañeros de equipo competir en igualdad de condiciones. Y todo eso, teniendo en cuenta que las cosas de palacio van despacio.

Me he parado a pensar (sé que lo hago demasiado). Y he meneado la cabeza, he sonreído y me he convencido por fin de que eso es lo único que debe importarme. No importan las burlas, las descalificaciones, los rumores. Dos años. Tenía para dos años, y está corriendo desde hace siete meses, habiendo vuelto en solo seis.

Un amigo me dijo que si no fuera fuerte, no habría vuelto tras el accidente. Le doy toda la razón. Y su rápida, casi milagrosa recuperación me convence aún más.


Esta gente está hecha de otra pasta. Y eso no lo podrá cambiar ningún periodistucho.


Cállales la boca, Felipe.