martes, 27 de septiembre de 2011

Un luchador




El otro día con intención de bromear una compañera formulera me dijo en Twitter que "Massista", sinctáctiamente hablando, era similar a "masoquista". Hoy he empezado a creer que era verdad, cuando, ordenando mi material relacionado con la F1, vi el archivo de video que contenía la Qualifying de Hungría 2009. Y lo abrí.

A veces, cuando todo se pone en contra, necesito recordar las cosas verdaderamente importantes. Necesito recordar que, pase lo que pase, la razón por la que le apoyo no es que le vea capaz de superar a los Red Bull o a su compañero de equipo 10 veces de cada 10. La razón es que es un luchador que sigue ahí, intentándolo, aun cuando todo está en su contra.

A finales de 2010, creí que en 2011 todo cambiaría, y ha resultado ser peor. Hay adelantamientos, hay más ritmo. Pero nadie lo ve, ni siquiera yo consigo darle la importancia que merece, porque no ha habido victorias. Y lo que es más, no ha habido ni podios. Irónicamente corre mejor que el año pasado, pero, ¿cómo verlo, si en este deporte sólo importan los resultados?

En 2008, antes de que él mismo se ocupara de desmentirlo, se popularizó el "Felipe no es un piloto Ferrari". Ahora, los más exagerados dicen que, por no ser, no es ni un piloto de F1.

Pero sí que es un piloto de F1, y no lo digo sólo porque tenga un contrato o conduzca un coche de dicha competición. Lo digo porque tras ese aspecto poco impresionante se esconde un genio tremendo, el genio que le hizo asaltar a Hamilton delante de las cámaras después de que este se negara a hablar diplomáticamente del problema que habían tenido. El mismo genio que cuatro años antes en Nurburgring había mandado a Fernando a donde seguro que nadie le había mandado jamás. Pura sangre caliente... y muy tocapelotas (con perdón) si lo ve oportuno.

Y también se esconde una enorme valentía. Porque se necesita valentía para correr a 300 kilómetros por hora, para lidiar con críticas que a veces son agresiones, para ignorar los diez candidatos al año que ponen en tu asiento, para no tener en cuenta que la gente te ve acabado; pero se necesita mucha más para volver a correr después de haber vivido un accidente como el de Hungría. Después de haber perdido dos días de tu vida, de desaparecer en el olvido un sábado y volver un martes, preguntándote qué haces en una cama y por qué no estás dentro del coche, que es donde te gusta estar. Donde quieres estar. Te sientes bien, aunque no sea verdad. Tu cuerpo no te puede limitar. No puede. ¿Verdad? ¿Y si te limita, qué haces? Ignorarlo, por supuesto. Estoy bien. Nunca he estado mejor. Y aun cuando no sepa por qué mi pie me impide acelerar, insistiré en que estoy bien.

Aunque siempre me ha fascinado el cuerpo humano, nunca he estudiado medicina, y no conozco muy bien qué proceso lleva una herida de esas características. Pero creo que muy pocas personas ignorarían el posible dolor, la situación de incertidumbre, y de miedo, e insistirían en que están bien. Que quieren volver a lo suyo de inmediato, que discuten con su familia por correr lo antes posible, aún cuando el espejo les devuelve una enorme cicatriz. Sólo alguien con las características de un piloto de F1 podría hacer algo así.

Se dice que, cuando despertó, Felipe preguntó quién había ganado la carrera. También se dice que, inmerso en su cabezonería, se quitaba la mascarilla de oxígeno, pero que la persona que estaba con él volvía a ponérsela. Y que Felipe le dijo que era una pesada. Era su hermano o su mujer. La versión varía. Hasta es muy probable que sea un invento. Lo que no es un invento es lo que dijo Barrichello cuando se le preguntó en el circuito. Recordemos que esto fue después de recibir un impacto que le había roto la visera y parte de su propio cráneo, para después estrellarse contra las barreras en la parte más rápida del circuito, con los pedales de freno y aceleración pisados al mismo tiempo.

"Hemos hablado, está consciente, y muy nervioso, lo único que quiere es levantarse."

Un luchador.

4 comentarios:

  1. Claro que es un verdadero luchador, y no hay duda de que merece ser un piloto de F1. Incluso ser un piloto de Ferrari. Pero tal vez la cuestión no sea, ¿merece Felipe Massa pilotar un Ferrari? Tal vez la cuestión sea, si Ferrari quiere volver a ganar algún día el Campeonato de Constructores, ¿debería mantener a Felipe en sus filas? Seguramente la respuesta a la primera pregunta sea "sí", pero la de la segunda sea "no". Personalmente he perdido casi cualquier esperanza de que Felipe vuelva a ser el que era (supongo que es más fácil ver esto para alguien como yo, que no lo tengo entre mis pilotos favoritos, que para alguien como tú, que le tienes tanto cariño). Ahora bien, tampoco es que cualquier otro piloto lo vaya a hacer mejor en el lugar de Massa. Quiero decir que, si van a cambiarlo, que sea por alguien que pueda aportar algo más (me parecería estupendo si Ferrari fichara a Jenson Button, pero de ninguna manera admitiría que cambiaran al brasileño por Sergio Pérez).

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  2. Pues yo prefiero a Button, sin duda, pero antes que a Massa(de quien ya sabemos su límite) pondría a Pérez. Desde luego alguien que sepa un poco de esto tiene claro que cualquiera de estos tíos es un pilotazo. Ahora bien, el límite de unos está más bajo que el de otros. Tenemos a Vettel, Hamilton y Alonso a un nivel y al resto a otro. Con Massa en Ferrari la única posibilidad de que ganen los dos títulos es que el coche sea muy superior al resto, algo difícil.

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  3. Button me encanta, siempre estaba a la sombra hasta que ganó el mundial y el rendimiento que le ha sacado al McLaren este año es impresionante.

    Como dijo Ricardo Ceccarelli, cada piloto es como un motor: unos consumen más que otros. No hace falta ser piloto tampoco: cada persona es un mundo en sí misma. Felipe no será un pilotazo, pero hay que tener mucho valor para volver a correr y más con todo en contra.

    Cada cual tiene sus ideas sobre cada piloto y siempre es un placer compartir puntos de vista ;-)

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Todos los comentarios son bienvenidos, pero el respeto y la educación son muy bonitos (y el culo de Trulli también)