lunes, 17 de agosto de 2009

Un enorme susto


"¿En qué puesto iba antes del accidente? ¿Y quién ha ganado la carrera?"
"Ganó Lewis"
"No me lo puedo creer, era mi carrera" *

(Massa y su mujer, Rafaella)


Y si os digo que esta conversación se dio tres días después de haber tenido un grave accidente que podría haber acarreado daños cerebrales, ¿me creeríais?




No llevo muchos años siendo aficionada a la F1. Para ser sinceros, no llevo ni cinco. Es un deporte con el que he crecido, en casa, mi tío (antes de que se mudara) y mi hermano siempre tenían sintonizada la carrera los domingos, y el sonido de los motores es uno de los sonidos que más recuerdo de mi infancia (¿será por eso que ahora me parecen música celestial, sin pretender ponerme ñoña? XD)

Cuando me enganché del todo por "culpa" no solo de mi hermano sino de mi primo, aprendí varias cosas. La principal, que era todo un señor deporte (ya hablaremos de ello ;)), y de los de riesgo. Hasta ese momento no me había parado a pensar en que esos jóvenes (y no tan jóvenes) que hay bajo el casco y el mono se juegan el tipo y algo más, y ellos lo saben. Ahora lo pienso casi continuamente; forma parte de la "magia" de este deporte... Empezó con el leve pero aparatoso accidente de Heikki Kovalainen el año pasado en Montmeló, y alcanzó la máxima expresión después de sustos como el de este verano. En la memoria de todos quedará el enorme sustazo que nos dio Felipe Massa en Hungría, cuando de repente se estrelló contra las protecciones... y el motor seguía en marcha.

Dicen que la falta de noticias es buena noticia, pero en casos como este es todo lo contrario. Aunque muchos no quisieran reconocerlo, un nombre flotaba en el ambiente, el nombre de todo un dios del deporte que hace quince años que nos dejó, el nombre que acude a la cabeza de todos cuando ocurre un accidente grave. Puede sonar exagerado, puede que muchos penséis que hay cosas más importantes en la vida de cada uno, y los clásicos "ni siquiera te es alguien cercano" poblarán la conversación de turno, pero eso es lo que se llama ser aficionado, fan, seguidor, admirador de un deporte y de los que lo practican. El caso es que uno de los momentos de mayor terror que recuerdo vivir fue estar en el coche de camino a la casa de un familiar (pasaron a recogernos entre la Q2 y la Q3, ¡si alguna vez Murphy fue un cabrón, fue en ese momento!), escuchando la radio; mis primos y yo en sepulcral silencio, con el corazón en un puño, esperando... la Q3 suspendida, que había sido algo que le había golpeado la cabeza, que no sabían nada, que había sido un muelle del Brawn de Barrichello... y el gran suspiro de alivio cuando supimos que estaba despierto y, en teoría, "bien". En serio, estuve a punto de llorar. De alivio y por qué no decirlo, de acojono puro. Porque, ¿sabéis qué fue lo primero que pensé cuando no nos llegaban noticias, en un momento de flaqueza? "No es justo, va a ser padre".

Pensaba que iba a ser como el caso de Heikki, una noche en el hospital y para casa... pero las noticias que llegaban por la noche no eran nada alentadoras. Una fractura y posibles daños cerebrales. Palabras mayores. ¿Uno de mis queridos pilotos, en el hospital, grave y en coma inducido? No podía ser. ¿En esos coches, donde el riesgo de fuertes accidentes es casi inexistente? Claro que dicen que el avión es mil veces más seguro que un coche y aun así los aviones se estrellan. Bienvenida al auténtico mundo de las carreras, Noe. Nada es infalible. En ese momento, el mundo real me golpeó con mucha mala leche. El estómago del revés, y adiós a las ganas de terminarme la cena. Tocaba esperar, ver cómo estaba todo tras despertar del coma inducido...

Esperar es fácil de decir, difícil de hacer. Fueron sólo dos días, ¿no? Mantenerse entretenida es algo primordial, pero cuando me acordaba de Felipe, algo me daba un vuelco dentro. Y las imagenes que nos llegaban no ayudaban: Rafaella, llorosa y embarazada de cinco meses, que decide viajar pese al consejo médico para estar con el niño de su vida, abrazada a su suegro en el aeropuerto, pidiéndonos que rezáramos por él; al día siguiente, los mecánicos de Ferrari al completo con un cartel-dedicatoria en italiano para darle ánimos desde Hungría. Darle muchos ánimos desde la distancia, eso era lo único que podía hacer. Eso, y confiar. Que es un piloto de F1, que es Massa. Hablamos de alguien que luchó por el mundial el año pasado hasta la última curva, LITERALMENTE; de alguien que, cuando le criticaban, al premio siguiente ganaba una carrera. Voluntad pura.

Podían pasar tantas cosas en dos días... cosas buenas y, nadie quería pensarlo, pero sí, cosas malas también. A nadie le gusta la palabra coma, aunque sea terapeútico. Pero para gran alivio de todos, fueron cosas buenas. El casco destrozado, una cicatriz fea, un enorme susto, pero el piloto fuera de peligro. A partir de ese momento, el torrente de noticias fue balanceándose entre lo negativo y lo positivo... ganando esto último: una evolución favorable y nada de daños , todos descartados, cuando dos días antes todos los daños eran posibles (incluso se temió que perdiera la visión del ojo dañado). Una mejoría asombrosa hasta para los médicos. ¡Ole y ole, Felipe! ¡Estás hecho de hierro, hijo mío!

Y ahora deseemos que estas cosas no pasen, no con tanta frecuencia, porque por desgracia.

Llamadlo suerte, milagro, seguridad, fortaleza física. Son todas a la vez. Y volverá a correr, porque será más fuerte, y estará más dispuesto. Hakkinen en 1995, Kubica en 2007, en menor medida, Kovalainen en 2008, Massa en 2009; todos ellos pueden contarlo y, a todos, una experiencia así parece darles alas. Es ley de vida, o mejor dicho, ley de la F1... ¿Cómo nos puede gustar un deporte así? Si alguien encuentra la explicación, que me la de. De momento, me limito a disfrutarlo. En sus momentos buenos y malos... aunque la palabra disfrutar no sea la más adecuada en este último caso.

¡Ánimo, Felipe! Todavía te queda un mundial por ganar, que nos lo debes del año pasado, y tienes todo el tiempo del mundo. Ahora, a descansar, a recuperarse, y a que se te caiga la baba con tu futuro retoño ^_^ ¿Será Felipito o Felipita?

...

Por Dios. Haznos un favor; si es niña, no le pongas ese nombre...


EDITANDO:

Una entrevista subida ayer mismo. Un poco prensa rosa de la muy rosa para mi gusto, pero bueno. Dejando eso de lado...



Ayyyyyssss, Felipinho :_)



*Gracias al diario Sport. Y a mi primo por comprarlo, que el culé es él. Yo no. Nunca.

8 comentarios:

  1. Recuerdo haber leido la noticia d eultima hora. lo primero que pense es "Un casco cojonudo, si no, le atraviesa la cabeza". Vamos, yo soy de la NASA y contrato al que diseñó el casco de Massa para que haga una version para los astronautas.

    No es que sea muy aficionado a la F-1 pero desde luego me alegré cuando supe su evolución.

    Y sobre lo que sentiste, es normal. Eso se llama ser fan. Mira, te contar´ñe una anecdota. Sucedió a la muerte de Elvis. Demis Roussos (el cantante griego), se puso a llorar a moco tendido cuando se enteró de su muerte.

    Cuando uno es eguidor, fan, admirador, como quieras llamarlo, lo es y punto.

    tu disfruta y alegrate de que este bien.

    Y por cierto, felipita no, pero Felipa... (como la mujer de cristobal Colon, por ejemplo).

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  2. No solo el casco de Massa, sino todos los cascos ;)

    Y si, llore un par de veces esos días. Lo confieso...

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  3. Yo lo vi en directo con mi padre. De primeras pensamos que había sido una tuerca, pero la cámara lenta mostró el muelle. Nos quedamos O_O y >_< respectivamente (entiéndase como "hala, que toña" y "no quiero ni mirar"). Yo ya he vivido unas cuantas muertes tanto en la F1 (Senna y Ratzenberger) como en las motos (Daijiro Katoh) y los rallies (joder, Richard Burns, y eso que se mató en un helicóptero) y ya me temía lo peor. Menos mal que tras el paso de los días la cosa se arregló.

    Una teoría: si el muelle se le hubiera escapado a Hamilton, ¿cuál hubiera sido el titular del Marca/As/La Sexta? Como mínimo le acusan de intento de asesinato. XD

    Benditos cascos que están hechos para aguantar un impacto a 500 km/h, si no estaríamos hablando de lo gran piloto que ERA Massa... Tuvo el gaferío de que le golpeó en el punto más débil, el borde de la visera, pero aún así aguantó.

    PD.: El accidente de Kubiça es el único hecho de la vida que estoy abierta a aceptar como milagro. La Toña del Siglo y sólo se golpeó el tobillo. Eso de tener un papa paisano...

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  4. Totalmente de acuerdo con lo de Kubica; fijate la de vueltas que dio... y un tobillito, como dices. ¡Todavía están queriendo ponerlo de ejemplo para terminar de canonizar al bueno de Juan Pablo II!

    Y es que aveces los mas aparatosos son los mas light, mira Heikki el año pasado, mira Massa este: empotrarse sin mas, y se hicieron mas daño. A Massa fue el muelle lo que le hizo más daño porque al quedar inconsciente no pudo controlar el golpe U_U

    Pero ver lo bien que esta ahora, ains. Mira el video que he puesto :_) Ays mi Felipinho...

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  5. Ah, al final corre Alonso en Valencia. Está en el diario As, pero el blog no me deja copiar-pegar. ;)

    PD.: Y a ver si me acuerdo de usar ESTA cuenta, leñe, que para eso la creé XD.

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  6. AAAAAAAAAAAAAARG! TOMA TOMA TOMA! XD

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  7. Se me puso el corazón en un puño cuando vi el accidente de Massa y quizás más porque esa misma semana ya había pasado una desgracia en los circuitos de las categorías inferiores con el hijo de Surtees, así que al ver lo de Massa vaya sustazo.
    Después las noticias que iban saliendo pues no eran buenas al principio pero gracias a Dios al final todo ha salido bien, que se tirará varias carreras sin correr pero eso es lo de menos, lo importante es que él está bien y recuperándose rapídisimo como se ve.
    Ha sido un milagro que todo haya quedado como se ha quedado.
    Me alegro por Massa y por toda su familia y espero que lo veamos pronto en los circuitos.
    Y como dice un poco más arriba LobaDeArena Alonso correrá en Valencia, buenísima noticia, esperemos que el coche siga igual de bien y nos llevemos todos una gran alegría.
    Saludos


    PD. Me gusta mucho el blog que has hecho de F1, desde ya me hago seguidora de el y me seguiré pasando con frencuencia, me alegra que lo hayas hecho y mucha suerte con el.

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Todos los comentarios son bienvenidos, pero el respeto y la educación son muy bonitos (y el culo de Trulli también)