miércoles, 20 de octubre de 2010

Un equipo (2)





Repasando viejos posts me topé con el que dediqué a la relación de Felipe con su ingeniero Rob Smedley como parte de su semana cumpleañera, y he recordado que en su día me supo a poco (como la semana entera la dediqué a Felipe, era un post por día, y yo a veces necesito varios para escribir algo decente). Así que me he decidido a hacer algo un poco más extenso, un monográfico como Dios manda.

Por desgracia, leer el nombre de Rob Smedley les pone a todos una sonrisilla en la cara mientras se apresuran a hacer el chistecito de el "algo is faster than lo que sea". No es este el caso, por supuesto, y la razón más simple es que ideé este post antes del "fenómeno". La otra razón es que no necesito nombrarlo, simplemente, porque creo que hay mucho más que contar sobre Rob que un simple desliz cometido bajo presión que muchos parecen no estar dispuestos a perdonarle. Ese a veces cruel mundo de las carreras ha provocado algo que "afea" un poquito este post que tenía empezado desde mucho antes que estallara la polémica. Cosas de Murphy. Espero que podais leerlo sin recordar esa página del libro de la F1 que ojalá pase pronto, aunque entiendo que debido a ese tema muchos pasarán este post por alto, o no se lo tomarán en serio. Qué le vamos a hacer. El resto espero que lo disfrutéis, y a los que decidais darle una oportunidad, mil gracias, aprecio muchísimo el esfuerzo. No os voy a pedir que no habléis de ese asunto, pero sí espero que no tengáis la necesidad de hacerlo tras leerlo todo.

Y sin más, los que queráis, seguidme :)


Gracias por estar aquí, en esta segunda y última parte sobre el ingeniero de Ferrari, Rob Smedley, y todo lo que rodea su relación e historia con Felipe Massa.
Recordad que teneis la primera aquí


(2)

“¡Me llamo Rob, y esta es mi historia!”



Rob vino a este mundo un 28 de noviembre en Middlesborough, al norte de Inglaterra, lugar en el que probablemente se hable el inglés más duro para el oído de todo el territorio (sin contar el de Escocia, por supuesto...)

Curiosamente, el pequeño Rob no estaba nada interesado en los coches (de hecho hoy día ni siquiera tiene un Ferrari, y si tiene un coche es porque lo ve necesario) y mucho menos en las carreras: era todo un forofo del fútbol y prefería ver jugar a su equipo de fútbol natal; de hecho, nunca se perdía un partido. Las carreras le aburrían enormemente... pero su padre insistió en llevarle a la carrera de Silverstone cuanto tenía once años. Y bendito sea, porque el pequeño Rob quedó fascinado. Pero no soñó con pilotar uno de esos coches, sino que se maravilló con la parte técnica del rey de los deportes de motor. Fue entonces cuando supo que quería ser ingeniero de coches de carreras. No era algo fácil, pero Rob tenía el talento... y las ganas. Y tal como hacen hoy día los jóvenes con él, Rob escribió muchas cartas a los equipos de F1 pidiendo consejo. Y así emprendió el camino.

Tras terminar sus estudios básicos, se graduó en Matemáticas e Ingeniería Mecánica, dispuesto a cumplir su sueño. Y no debió parecerle suficiente, porque se sacó un Master. Todo un señor ingeniero. Este año hasta ha dado una lectura y ha sido galardonado con honores por la universidad de Teesside.

Mirad qué guapo ^_^



Pese a ser todo un genio de la ingeniería y llevar años viviendo en Italia siguiendo a Ferrari por todo el mundo, Rob es muy humilde y nunca ha dejado atrás sus raíces. Cuando su carrera se acabe, no dudará en regresar a su tierra natal, a vivir tranquilo con su familia. Y es que, pese a viajar por todo el mundo, no deja de ser una persona sencilla y hogareña. Lucy, su mujer, siempre le acompaña en sus viajes "para mantenerme cuerdo", dice.

"No me gusta el glamour de la F1, solo me gustan las carreras y la ingeniería. Si te dejas arrastrar por el glamour es muy fácil perderte en él... Nunca viene mal poner los pies en la tierra y cambiar pañales, sentarte y tomar una taza de té"

Desde el año 1996 a 1999, Rob fue ingeniero de diseño y pista en Peugeot primero y Williams después. Dio el primer paso hacia la F1 cuando entró en la F3000 en el año 2000, y el piloto con el que formó equipo era… nuestro Fernando Alonso, en Astromega. "Lo conozco desde que era un muchacho... vaya, ¡desde que los dos éramos unos muchachos! Es un buen chico: es natural, no está por gilipolleces y simplemente hace el trabajo. Y es duro, ¿sabes? Es un tipo exigente, de eso no cabe duda..."

Un jovencísimo Smedley con un jovencísimo Fernando, en la F3000.
Ahora de nuevo comparten equipo, pero no box. Qué curioso es el destino...
(¿¿eso es un lavabo??)



Después de hacer sus pinitos en la F3000 con nuestro futuro bicampeón, Rob dio el gran paso a la F1 en 2001, con el equipo Jordan. Allí pudo hacer lo que más disfrutaba, recopilar y analizar los datos telemétricos de los coches. En 2002 pasó a convertirse en ingeniero de pista de Fisichella. Curiosamente, el italiano iba a convertirse en pocos años en compañero de Fernando en Renault, y desde este año los caminos de los tres vuelven a cruzarse en Ferrari. Y dicen que el de la F1 es un mundo muy, muy grande...


Rob con Fisichella en 2002, cuando el italiano corría para Jordan,
a punto para la carrera de Malasia. Sus caminos volverían a encontrarse en 2009...




Y mientras Rob hacía sus pinitos en la F1, su futuro piloto, Felipe, hacía lo mismo en Sauber... en donde más bien tenía fama de piloto descontrolado.


Felipe en Sauber. Este nene tan adorable era un kamikaze en toda regla,
tanto que se dice que por eso le echaron durante un año... ¿Malas lenguas, como hoy en día?




Felipe corrió un año para el equipo de Peter Sauber, y al año siguiente ya estaba "cedido" como probador en Ferrari. Y en el equipo del cavallino vieron que tenía talento, por lo que no le quitaron ojo. En ese mismo programa de test se encontraba Rob, que había dejado Jordan interesado en la parte técnica tan presente en los programas de test y que no es tan cotidiana en un equipo normal. Tras pasar otros dos años en Sauber, Felipe consiguió su asiento de titular junto a Schumacher, heredando el puesto que otro brasileño y su mejor amigo, Rubens Barrichello, había dejado. Eso por supuesto incluía a su ingeniero, Gabrielle Di Colli.

Di Colli era todo un experimentado ingeniero, y como ya hemos dicho, la mano derecha de Barrichello durante sus años con Schumacher... pero por lo visto no pudo con Felipe, ese paulista de rostro aniñado y que a primera vista no da ningún miedo. Y es que era imposible centrarle. No acababa carreras, no puntuaba, sufría accidentes continuamente. Era pura fuerza, sí, pero totalmente descontrolada. Y no había quien le metiera camino, nadie que canalizara esa energía en algo beneficioso. Su relación con su ingeniero no era muy buena, seguramente porque el pobre Di Colli no sabía por dónde empezar a controlar ese huracán de metro sesenta y seis llamado Felipe. Digo yo...



"Venga Gabriele, que yo soy bueno, solo es que me falta el arito en la cabeza..."
"Y una mierda"



¿Iban Jean Todt y Ross Brawn a arrepentirse de haberle dado un asiento? ¿Era demasiado pronto, pese a la buena impresión que había dado en los test (en los que, pese a haber cometido una locura, le había quitado una vuelta rápida a Schumacher)? Por suerte, no. Fue el propio Felipe el que dio la solución y dijo las palabras mágicas: "Quiero a Smedley". Y es que los dos ya se conocían, no sólo de la temporada como probador de Felipe en el equipo del cavallino, sino desde antes. De hecho, cuando trabajaba en Jordan, Smedley comentó: "Es un gran chico, deberíamos ficharle". Nunca se hizo... por suerte, porque así fue cómo Felipe acabó de probador en Ferrari.

Para el GP siguiente al fichaje, el de Europa, Felipe ya tenía a Smedley de ingeniero... Y fue casi como una medicina de efecto inmediato, un bálsamo, una "cura milagro" que sí funciona. Esa misma carrera, Felipe hizo podio, y compartido nada menos que con los luchadores por el campeonato de ese año: su compañero Schumacher y nuestro Fernando. Un tercer puesto que le supo a gloria, su reivindicación, el primer podio de su carrera en la F1.


Su primer podio (tiene una carita de no creérselo impresionante)...



... su primer baño de champán...



... y su primer lanzamiento de botella (“¡cuidado abajo, que soy novato!”).




"Si hubiera ido a Jordan, creo que su carrera ahora estaría estancada", dijo Smedley una vez. Qué gran verdad.



Pero el gran día de Felipe tuvo que esperar unos meses más, cuando, tras algún que otro podio (Indianápolis, Magny-Cours y Hockenheim), llegó su primer fin de semana redondo: pole y victoria, en Turquía, circuito que desde entonces nos viene a la mente cuando pensamos en el brasileño porque es quien más veces ha ganado en él. Exultante y fuera de sí, Felipe se puso en pie sobre el coche mientras un sonriente Rob iba a su encuentro. Y Felipe, literalmente, se le tiró encima. Os juro que fue un abrazo para enmarcar.


¡WIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII...!


Radiantes y felices


Después de un podio en Japón, en Brasil le dio otra victoria a los suyos (aunque a ver de quién fue la genial idea de levar un mono con los colores de la bandera…), casi logrando quitarle protagonismo a nuestro Fernando, que celebraba su segundo título con Renault.



“Señores, esa mano, que eso es mío…
A eso lo llamo yo estar cogido por los *****…
(venga, a ver quién hace más chistecitos por metro cuadrado XD)




Sobre el rendimiento de Felipe, Rob prefiere ser humilde: "Felipe ha estado totalmente abierto desde el primer día. Ha aceptado todos nuestros consejos de un modo positivo y creo que eso ha contribuido a hacerlo más fuerte. (...) Simplemente los chicos del coche y yo hemos sacado lo que ya estaba ahí. Si hemos aportado algo, ha sido ayudarlo a madurar, tranquilizarlo un poco y ayudarlo a crecer en sí mismo"

A veces un gesto dice más que mil palabras.




Al año siguiente, en 2007, su trabajo en equipo siguió en la misma tónica, logrando podios y victorias, como Montmeló, o, de nuevo, Istanbul Park. Pero fuera de los circuitos, una tragedia cayó como un mazazo en la vida de Rob Smedley y su esposa, Lucy: su primera hija, Minnie, murió al nacer.

"Te culpas a ti mismo, buscas respuestas, pero no existe ninguna. Incluso hoy día estamos aprendiendo a vivir con ello. A veces veo alguna niña pequeña, de la edad que Minnie debería tener ahora; entonces Lucy y yo nos miramos, y hay algo así como una comprensión sin palabras entre nosotros, sabemos lo que piensa el otro. Nunca se irá. Minnie siempre será parte de nuestras vidas y no hay un solo día en que no piense en ella".

Sobrellevar una tragedia así pero seguir trabajando es una muestra más de lo duro que puede ser trabajar en un mundo donde todo va tan rápido, en donde todo depende de una decisión tomada en un segundo y nunca puedes perder la concentración. En memoria de su hija, Rob y su esposa ayudaron en la fundación de SANDS (Stillbirth and Neonatal Death Society), una asociación que da apoyo psicológico a padres que hayan pasado por el mismo trance, y ya han hecho varias fiestas benéficas para recaudar fondos destinados a la investigación, con tal de que se reduzcan al máximo este tipo de tragedias.

Pese a que la pareja tiene dos hijos, Frankie y el recientemente nacido Felix Robin, Rob y su esposa siempre hablan de sus tres hijos.


Ese año, Ferrari se hizo con el mundial de constructores, y Kimi con el de pilotos. Sin duda, los podios y victorias de Felipe colaboraron a ello (y cierta sanción a McLaren… pero este no es lugar para hablar de ello…).

¿Cuántos brazos y piernas son?




Pero sin duda, 2008 fue el mejor año para el equipo formado por Felipe y Rob. Tras un inicio decepcionante, Felipe remontó de forma magistral e hizo callar a sus detractores protagonizando un mano a mano con Hamilton por el mundial. Se llevó la victoria en circuitos como Istanbul Park, Magny Cours y Valencia, estuvo a punto de hacerlo en Hungaroring o Singapur y protagonizó una de las situaciones más inolvidables de historia cuando, entre lágrimas, agradeció el apoyo a su público tras haber ganado y perdido el mundial en menos de un minuto. Fue el año de su pole magistral en Mónaco, ese circuito que se le daba tan mal, y se convirtió en el primer piloto en ganar en Valencia y en hacer la primera pole nocturna de la historia. Nos fascinó a muchos con sus ganas de demostrar cómo se equivocaban sobre él, demostrando que el dicho "si quieres, puedes" es una realidad. No pudo ser, pero será un año inolvidable para todos sus seguidores.





*¡¡mmmmmmuaaaaac!! *




Justo antes del clímax del mundial, Rob se acercó al coche de Felipe, le cogió de la mano con fuerza y le dijo algo. Es imposible saber qué, pero Felipe llevó consigo esas palabras hasta la última curva de la carrera, aguantando lluvia, rivales y saliendo airoso de las paradas en el pit stop. Dominó la carrera de principio a fin... Luego el mismo Rob tuvo que decirle que no lo habían conseguido.


"Le dije a Felipe: bueno, has ganado, pero no sabemos qué ha ocurrido detrás de ti. Tuve que dejar el canal abierto durante 30 o 40 segundos, y luego le dije: ha logrado pasar. Felipe actuó como un caballero, después de todo, y estuve muy orgulloso de él por eso"


Rob, consolando a Rafaella después de que su esposo haya ganado un mundial
que luego se le escurrió de entre los dedos.


Pero la temporada ya había terminado, y otra comenzaba. Había que seguir luchando.

"Volví a casa el martes, tras el gran premio, y el miércoles ya estaba trabajando otra vez. Tendremos tests en Barcelona en dos semanas y tenemos otros test planeados más adelante... y con el nuevo coche los tests no pararán. Queremos tener listo el coche pronto este año para estar seguros de que, en Australia, sea perfecto". Esto no fue así: Ferrari no tuvo ese flamante inicio de año esperado que les hiciera recuperar la gloria arrebatada el año anterior.

Resumiendo, hemos visto que no todo son victorias en un mundo tan competitivo. A veces pasas por momentos muy difíciles, más difíciles de llevar que una rotura de motor o un resultado pobre. Incluso más difíciles que haber perdido un mundial que estaba ganado. Por supuesto, me refiero a Hungría.

2009 era el año de los cambios: el KERS, coches más pequeños, con una apariencia casi de juguete, los slicks... ¿Sería el año en que Felipe reivindicara, con la ayuda de su Rob, ese título perdido por un suspiro? Por desgracia no iba a ser así: Ferrari no empezó con buen pie. "Era un coche difícil, muy difícil" dice Rob "Felipe se puso manos a la obra, no se quejó, nunca criticó nada públicamente y siguió trabajando". Además, nadie contraba con esos dos monstruos imbatibles, los Brawn, a los que apenas logró acercarse ningún otro coche en casi toda la temporada. Precisamente, iba a ser un Brawn, de forma accidental, el que diera un giro inesperado a todo. Pero no adelantemos acontecimientos.

A mitad de temporada, Ferrari por fin estaba despertando. "Es perfecto, limpiadlo y no lo toquéis" fueron las palabras de Felipe cuando se bajó del coche tras los entrenamientos libes en Hungría. "Creo que habríamos ganado, porque lo cierto es que nadie más iba a acercársele" añadió Rob al respecto; por mucho que Hamilton se llevara al final la carrera, al menos hubiéramos vivido otro duelo similar a tantos en 2008. Y es que Felipe, tras el podio de Alemania, estaba obteniendo unos resultados en Hungaroring que hacían pensar a todos que Ferrari estaba volviendo por fin a donde nunca debió de irse: a las poles, al podio. A las victorias.

El destino, sin embargo, tenía otros planes reservados para ambos.

Ocurrió en menos de un minuto. El Brawn de Barrichello tomaba una curva cuando el piloto reparó en que se le había desprendido algo del coche. Y segundos después, vimos que el Ferrari de Felipe estaba empotrado contra una barrera de neumáticos.

Mientras todos conteníamos el aliento tras ver que no era una simple salida de pista, había alguien en el propio circuito que lo estaba pasando mucho peor. Rob, la unión de Felipe con el mundo que hay fuera del coche, fue la primera persona en enterarse de que algo iba mal. La expresión dibujada en la cara del ingeniero, recogida por la señal internacional de la FOM, no dejaba lugar a dudas. Su rostro en el muro de boxes estaba desencajado de horror mientras esperaba una respuesta por radio que no llegaba.

Todavía hoy, cuando habla del tema, su voz parece volverse distante: "Yo lo vi ocurrir en tiempo real. Fue horrible. Creí que estaba viendo morir a mi compañero. Me vi tan afectado que me resultó muy difícil asumirlo, me costó razonar... me sentía enfermo. Miras a la realidad de este deporte a la cara. Y esa realidad te dice que lo que hacen estos jóvenes es terriblemente peligroso."

"No había respuesta alguna en absoluto, y eso es lo peor. Yo podía ver que estaba totalmente inmóvil, su casco estaba caído y no respondía. Poco a poco, empezó a llegar información, y mi reacción inicial, una vez que me hube formado una idea de lo que hacía con los pedales, fue que había tenido un ataque al corazón. De veras pensé que le había dado un infarto o que de algún modo no estaba consciente, y supongo que, hasta cierto punto, así era"

"Nunca he pasado por algo así antes, preguntándome si estaba vivo y si sobreviviría. Trabajamos hasta un nivel de detalle extraordinario y todo está planeado en sumo grado, y entonces, te sucede algo así. No puedes controlarlo y no sabes qué pasará, y es sencillamente horrible. Pasas de tener la situación controlada en un 99% a tener un control nulo y eso es muy, muy alarmante"
Durante el resto del día Rob se mantuvo en contacto con Domenicalli, y al igual que el resto del equipo, estaba totalmente pendiente de su piloto y amigo. Las primeras horas fueron muy críticas; Rob visitó el hospital por la noche, cuando las noticias, confusas y nada alentadoras, empezaban a invadir los medios. Al día siguiente, la carrera se celebró con un Ferrari de menos.


Rob y sus ingenieros aparecieron el día de la carrera con este cartel, logrando emocionarnos a más de uno.
"Fuerza, Felipe, estamos contigo..."




"La carrera se desarrolla muy despacio cuando no tomas parte de ella. Es como si transcurriera a un cuarto de velocidad. Yo estaba sentado ahí mirando, para mostrar un poco de solidaridad, pero solo pensaba en Felipe"

Esa misma noche, tras la carrera, volvió al hospital. "Felipe seguía en estado de coma farmacológico, pero yo quería estar allí y estar con su mujer y apoyar a su familia (...) Volvimos el lunes por la mañana y para entonces, las cosas ya parecían mucho más positivas, de manera que pude volver al trabajo y concentrarme un poco más. Me tomé el martes libre para aclararme la cabeza, pero luego, el miércoles, empezamos a trabajar de nuevo. Simplemente tienes que volver a hacerlo (...) No pensaba en si iba a sobrevivir como hombre de carreras, sino sencillamente como hombre, para estar con su familia. Esa era la principal inquietud y, en cuanto supe que iba a estar bien, se disipó el 90% de mis preocupaciones y pude seguir trabajando. Después, el viernes, volví en avión a Budapest, y para entonces Felipe ya se había despertado. Tenía la cara como un melón y no estaba en muy buen estado que digamos. Estaba muy confundido, pero al menos estaba allí, y pude verlo y darle un abrazo, lo cual fue muy importante"

Rob acababa de pasar por uno de los peores tragos de su vida, no solo profesional, sino personal, ya que Felipe es para él más que el piloto con el que trabaja: “Yo no quiero pensar en la F1 en estos momentos", declaró tras la carrera "Felipe es un compañero, es como un hermano pequeño para mí. Sólo quiero pensar en que él cada vez esté mejor y esté de nuevo con su familia.” Afortunadamente, todo tuvo un final feliz.

Y después del parón veraniego, en su trabajo le esperaba un desafío.

Mientras Felipe se recuperaba satisfactoriamente, Smedley tenía entre manos un asunto de lo más delicado: su sustituto, Luca Badoer. Las ferocísimas (y reconozcámoslo: crueles) críticas no se hicieron esperar ni un par de horas, y Smedley fue el que tuvo que tomar las riendas y centrar a Badoer en lo importante: correr. No tardó en ser sustituido por Giancarlo Fisichella, que había abandonado Force India cuando empezaba a hacer poles después de un año en blanco... y en blanco se quedó.

Era una situación de lo más rocambolesca; en apenas dos meses, por las manos del inglés ya habían pasado tres pilotos, y eso conllevaba cambios en su forma de trabajar, porque no todos los pilotos son iguales, ni como pilotos, ni como personas. Badoer no era Felipe, y Fisichella no era Badoer.

"Tienes que saber reajustar los objetivos. Tienes que ser capaz de cambiar tu estilo porque estás trabajando con otro ser humano, sea rápido o no. Pero Luca se subió al coche y enseguida se vio muy apurado, sin falta alguna de su parte. Ha hecho un gran servicio a Ferrari durante los años y es un piloto muy bueno, y verlo tan apurado fue descorazonador. Pero por el camino hay pequeños éxitos y así es como uno mantiene la motivación"

"¡Que sí, Rob, que te digo que el coche me ha mordido!"
"Qué te va a morder, Luca, por Dios..."
"Que síiii, que no me quiereeee"



A Smedley le tocó ser la cabeza pensante en un caos creado por la pobre gestión de los "altos mandos", y aunque el rendimiento de Fisichella fue algo mejor que el de su fallido predecesor, el italiano tampoco logró que el coche número 3 levantara cabeza. Cualquiera diría que al coche no parecía gustarle otro que no fuera Felipe. "Ha sido un coche difícil" se explica Rob "y eso es un tributo a los dos pilotos oficiales (Felipe y Kimi), en lo que se refiere a cuánto han sacado del mismo y lo buenísimos que son. Fíjate en Giancarlo: no es ningún cazurro y pasó de poder ganar en Spa a colarse por los pelos en la Q2 en Monza..."



"¡Ja, ja, ja, otro que dice que el coche le ha mordido! ¡Stefanooooo!"




Al final, fue Kimi el que lució con un par de podios las flamantes (y algo tardías) mejoras de Ferrari. Fue una temporada para olvidar al otro lado del box...

"Seguramente ha fortalecido mi personalidad" dijo Rob al terminar el año "Ha sido una de las temporadas más difíciles que he tenido que soportar, pero eso te forma el carácter, y te da un punto de vista diferente en cuanto a gestionar distintas situaciones y comprender las cosas con las que tropiezas"



“¿Que el coche les ha mordido, dijeron? Tenía que haber dejado dicho que
le gusta que le acaricien bajo la suspensión…”




Rob y Felipe volvieron a reencontrarse en el gran premio de Brasil. El brasileño vivió la carrera desde el muro de boxes, junto a Rob y los demás chicos. De nuevo al lado de su ingeniero, psicólogo y amigo, como siempre debió ser, hasta que el incidente los separó de los éxitos durante meses. ¿Qué grandes cosas podrían haber conseguido ese año para Ferrari, juntos?

"Felipe, ya sé que me has echado de menos, pero no me mires así, que me da mal rollo..."




"No tengo ninguna duda en absoluto acerca de Felipe" dice Rob "Lo cierto es que no la he tenido desde el día en que empezó su milagrosa recuperación. Y creo que seguramente saldrá de esta siendo una persona más fuerte. Si eso hará de él un piloto más fuerte o no, no tengo ni idea..."


Por desgracia, esta no parece estar siendo la tónica este año, pero todavía es pronto. Muchas cosas han cambiado en la vida de Felipe, y seguramente eso habrá obligado a Rob a cambiar su forma de gestionar las cosas. Todo lleva su periodo de adaptación, y ellos, como equipo, no son una excepción. ¡Y tienen una dura competencia al otro lado del box! ¿Sacará Felipe la garra a la que nos acostumbró en 2008?



"Creo que así va a ser con Felipe, esta muy ávido de victoria y mentalmente es muy, muy fuerte. La verdad es que la gente no entiende lo fuerte que es mentalmente".


A Rob aún le queda mucho que enseñarle a Felipe, y a su vez, mucho que aprender de él. Y viendo el maravilloso equipo que forman, no quepa duda de que volverán a estar en lo más alto.



"Porque Felipe, Rob y su unido grupo de técnicos han demostrado que viven, y se arriesgan a morir, como un equipo. Y eso forja un vínculo singular y especial"
(Bradley Lord, para F1 Racing)




Información:
Wikipedia- Rob Smedley.
Webs varias:
The Englishman who can engineer defeat for Lewis (dailymail.co.uk)
Rob's Rise to the Top of F1 (gazettelive.co.uk)
The Enigma that is Felipe Massa (itv.f1.uk)
Ferrari's secret F1 weapon / Felipe Baby, Stay Cool (BBC.co.uk/tees)
How can Massa be so Quick (topgear.com)
Revista F1 Racing, nº 130, 2009.
Revista Luxe, Marzo-Abril, 2010.

Imágenes:
jikrenek.com
gpupdate.com
mostorsport.com
y varias fuentes: gracias en especial al tumblr

4 comentarios:

  1. Hola!
    Menuda entrada mas completa. Tienen una gran relacion, espero que no se rompa.

    Saludos,
    Ricard

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  2. vaya. Se nota muchísimo lo a gusto que te has quedado, lo mucho que vives este mundo y cuanto quieres contar. Esta parte me ha gustado incluso más que la primera. la parte del accidente... brutal. De bien contada, quiero decir. Como recuerdo las noticias en ese momento.

    feten texto, de verdad. Ahora solo queda... Un podio, que eso siempre sienta bien.

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  3. Gracias por la segunda parte, me ha llamado mucho la atención la foto de la universidad esa xD

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  4. Un momento... ¿es del norte? ¡Claro! Un monton de circuitos tienen un norte.

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Todos los comentarios son bienvenidos, pero el respeto y la educación son muy bonitos (y el culo de Trulli también)